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EL ALTAR FAMILIAR


Pues todo es tuyo, y de lo recibido de tu mano te damos. (1 Cr. 29:14.b). Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos.  (Dt. 6:6,7).

Cuando hablamos del altar familiar, nos referimos, a esos mandamientos de nuestro Dios, a los que creemos en él, le amamos y con singular alegría le servimos, reuniéndonos en familia para adorar a Dios y aprender y enseñar su Palabra,  cada día de nuestra existencia. Estando en vísperas de iniciar  un proyecto de 40 días en nuestra congregación, sobre la mayordomía, vale la pena recordar a manera de preparación, sobre la ofrenda, las primicias, el diezmo, los sacrificios y la enseñanza a nuestros hijos sobre estos emocionantes y necesarios temas bíblicos, todos relacionados, resultados y enfocados por el amor, reverencia, servicio y adoración  a nuestro Dios, Creador y  Padre; por y para quien vivimos.

  1. La ofrenda: La primera vez que encontramos este término es en Génesis 4:3. En donde nos dice que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová.
  2. Las primicias: en este mismo pasaje, en el versículo 4, nos dice también que Abel trajo también  de los primogénitos (primicias) de sus ovejas, de lo más gordo de ellas.
  3. El diezmo:  la primera vez que encontramos en la Biblia la palabra diezmo, en  Génesis 14: 20, donde nos dice que Abram dio a Melquisedec (rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo), los diezmos de todo. Más tarde, en la Ley encontramos que Dios habló a los israelitas diciéndoles: “El diezmo de la tierra, como del fruto de los árboles, de Jehová es” ( levítico 27:30); e “ Indefectiblemente diezmarás todo el producto del grano que rindiere tu campo cada año.” (Deuteronomio 14:22).
  4. Sacrificios: Los sacrificios eran en el Antiguo testamento ofrendas por gratitud y para pedir el perdón a Dios por haberle ofendido directa o indirectamente, normalmente eran holocaustos, es decir, animales limpios sacrificados en su honor, asados o quemados. Decimos animales limpios porque desde la primera vez que encontramos estos temas y términos en la Palabra de Dios es en Génesis 7:8., cuando Noé recibe las instrucciones para sobrevivir al diluvio; algunas de estas eran meter en el arca a los animales limpios y de los que no eran limpios. También en el capítulo 8, versículo 20; nos habla por primera vez como Noé, edificó un altar a Jehová, y tomó de todo animal limpio y de toda ave limpia, y ofreció holocaustos en el altar. Y aunque ahora sabemos que ya no necesitamos más de esta clase de sacrificios, puesto que Cristo ya fue sacrificado por nuestros pecados; y somos limpios salvos solo por la fe en Cristo y su sacrificio; el autor del libro Hebreos, nos dice en 13:15. Que ofrezcamos siempre a Dios, sacrificios de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesen su nombre. Y que, de la ayuda mutua no nos olvidemos, porque de tales sacrificios se agrada Dios.
  5. Enseñanza: Entonces, preparémonos para aprender, repasar y enseñar y repetir estas cosas entre los nuestros, reuniéndonos en familia, edificando altares,  ofreciendo sacrificios y adorando a nuestro Dios y Salvador, como lo hacían nuestros padres en la fe, como Noé, Abraham, Moisés, Elías, David, Pablo y los otros apóstoles y ministros de Jesús.

Finalmente quiero decir que, ofrendar y diezmar es una gran satisfacción y bendición,  (y aunque no lo debemos hacer por esto) también obtenemos grandes promesas de bendiciones espirituales y materiales, como el que siembra, cosecha de lo que siembra pero mucho mayor cantidad.

“Como está escrito: Repartió, dio a los pobres; su justicia permanece para siempre.” 2 Corintios 9:9.

Pbro. Lorenzo Reséndiz Arvizu