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¿Edificas el Reino de DIOS o tu propio reino?


“¿Por qué, pues, no has oído la voz de Jehová?” 1º Sam. 15:19ª

Los dones espirituales dicen quién es DIOS en la iglesia mientras que el fruto dice quién es la iglesia al estar en Cristo. Si existiera una lista de importancia sobre la vida cristiana no cabe duda que el fruto encabezaría el primer lugar estando subordinado cualquier talento, don o ministerio al carácter cristiano. Los dones espirituales son buenos pero el distintivo cristiano siempre será el fruto.

El reinado de Saúl es un ejemplo de que el carácter es lo más importante. Las intenciones de su corazón fueron contrarias al mandamiento del Señor (1º Sam. 15:15 – 19) hablando su llamado y ofrenda sobre quién era él y no sobre quién era DIOS. No acató la orden de DIOS y decidió edificar su propio reino haciendo lo que bien le pareció. Estando entre los profetas, DIOS se manifestó a su vida al ser usado en el oficio profético pero estando su carácter reprobado al tener intenciones homicidas contra David (1º Sam. 19:1, 23). ¿Cuál es la enseñanza? Que el carácter es más que el talento, que el fruto es superior al don, que lo que DIOS hace en transformación es más que cualquier manifestación que pueda dar. La manifestación más grande de DIOS sobre su iglesia no es usarla en dones y ministerios sino en que tenga el fruto del Espíritu Santo como evidencia de su carácter cristiano (Ro. 8:16).

Es por los frutos que se conoce a un creyente e iglesia y no por sus dones. Los dones evidencian quién es DIOS pero el carácter da muestra de quién se es. El fruto jamás podrá ser imitado solamente el creyente genuino podrá tenerlo.

¿Cuál es el distintivo como metodistas? ¿Cómo seremos conocidos como cristianos? Aunque los dones y las manifestaciones son necesarios en la operación de la iglesia, su distintivo y evidencia se halla en el carácter. ¿De qué sirve tener talentos, dones y ministerios si no se tiene el carácter cristiano? Saúl trató de edificar su propio reino y no el Reino de DIOS, hizo las cosas a su manera y no como DIOS le indicaba, causa por la que su carácter no fue aprobado terminando siendo desechado (1º Sam. 15:23b). Hay actos que aunque son buenos no son correctos porque sus intenciones discrepan de lo que DIOS quiere y espera. De tras de cada acto hay una intención y esta determina si es bueno o no.

Como iglesia debemos buscar los dones espirituales y que DIOS nos use a través de la profecía, milagros, predicación, sanidades, servicio, enseñanza, misiones, pero de suma importancia es tener un carácter aprobado siendo obedientes a la autoridad (padres, laboral, eclesial, civil). El carácter de nuestro Señor Jesucristo todo el tiempo dio evidencia quién era (Isaías 53:7, 1ª Pe. 2:23). No se opuso a la autoridad (Mr. 12:17), y fue conocido que DIOS estaba con Él por sus obras (Jn. 3:2) pero identificado como el Mesías por su carácter (Is. 53, Lc. 23:47).Un creyente no será conocido por sus dones y ministerios sino por su obediencia a DIOS y a toda autoridad (Ro. 13: 1 y 2).

En la actualidad hay tantas personas que son usadas con dones y ministerios pero la iglesia debe discernir yendo más allá de la manifestación y evaluar si se tiene el fruto. No únicamente viendo el acto sino discerniendo su intención. No es la elocuencia al predicar, no la sanidad en la oración, no la persuasión en la enseñanza, no la palabra profética que se da, es el carácter que describirá si se es un siervo que edifica el Reino de DIOS, o un extraño que edifica su propio reino.

Iglesia la Trinidad, que los dones y ministerios digan a la sociedad quién es DIOS entre nosotros y que nuestro carácter comunique quién somos al estar en Cristo edificando su Reino.

   Pbro. Sergio Jonathan Lozano Luna