“De los hijos de Isacar, doscientos principales, entendidos en los tiempos, y que sabían lo que Israel debía hacer, cuyo dicho seguían todos sus hermanos. 1 Crónicas 12:32.
En Génesis 1:1-4 y 1:14. La Biblia nos dice como Dios creó los cielos y la tierra, pero la tierra estaba desordenada y vacía, y cuando Dios comienza a ordenarla, crea la luz en primer lugar y empieza entonces a contarse el tiempo, cuando existen la luz y las tinieblas. Luego, al crear las lumbreras, da los detalles sobre el tiempo, señales, estaciones, (primavera, verano, otoño e invierno) días y años.
En los comienzos del reinado davídico, fueron cruciales la participación de doscientos hombres, principales, jefes, representantes, líderes de gran influencia y autoridad, porque sabían lo que estaba pasando en el país, y lo que se tenía o debía hacer, esto mismo se lo trasmitían a sus subalternos.
La gente en los tiempos de Jesús conocía de sobra los tiempos o señales climáticos; pero estaban muy lejos de conocer los tiempos espirituales, el tiempo de verdad importante de conocer y hacer la voluntad de Dios. Lucas 12: 54-56. Efesios 5:15-16. Nos dice que nuestros tiempos son malos y de oscuridad porque, hay mucha maldad, muchas tentaciones y distracciones, que nos apartan de nuestros deberes y ocupaciones espirituales en el Señor. Por otro lado, hay muchas necesidades, primordialmente espirituales, gente muy cerca y muy lejos de nosotros que, no tienen a Cristo como su Salvador, y al morir, se irían al infierno, además, muchos de nuestros hermanos, cercanos y lejanos, se encuentran en toda clase de luchas y tribulaciones y urgen de nuestras oraciones y apoyo de muchas maneras.
El desorden y la oscuridad, albergan el vacío y la soledad en muchas personas. Dios, es quien tiene la capacidad de crear la luz y ordenar el caos, estableciendo el orden y la paz. Desde los tiempos de David y Josías, la Biblia nos evidencia, que hay hombres y mujeres entendidos en los tiempos, es decir, saben, lo que va a suceder y lo que se debe hacer. En los tiempos de Jesús, la gente conocía bien los tiempos de la naturaleza, pero no los tiempos de Dios. Pablo nos exhorta a levantarnos espiritualmente y aprovechar bien el tiempo porque vivimos tiempos malos. ¿Qué debiéramos hacer entonces para aprovechar o redimir el tiempo? Entregarnos a Dios cada día. (Rendir nuestra voluntad a él) Dedicar tiempo y recursos para estar en comunión con Él; orando, estudiando la palabra de Dios y congregándonos. Dedicar tiempo y recursos para que otros se salven y otros permanezcan en el camino del Señor. Las preguntas de este mensaje entonces son: ¿Está tu vida desordenada y vacía? llama al Señor Jesucristo que te ilumine y ponga orden, y con esto, el gozo y la paz. ¿Sabes mucho de ciencia, deportes, política etc. Pero poco de lo espiritual? Hoy es nuestra nueva oportunidad, para enmendar nuestras ideas y acciones en el Señor; antes que el Señor nos reprenda por no conocer el tiempo de su visitación. “Llegará la hora en que tus enemigos, harán un muro, te rodearán y te atacarán por todos lados. Ellos arrasarán contigo y con tu gente. Las piedras de tus edificios no quedarán una sobre otra. Todo esto pasará porque no reconociste la hora en que Dios vino a salvarte”. Lc. 19:43-44. (PDT).
Pbro. Lorenzo Reséndiz Arvizu