Wasihngton #513 Ote. Monterrey N.L. 8:00 a.m., 10:00 a.m., 12:00 p.m., 2:00 p.m. y 6:00 p.m.


Dios nos cuida de nuestros enemigos


“Tus enemigos tratarán de engañarte.” Deuteronomio 33:29. (Biblia de Jerusalén). Ese archienemigo, el diablo, es un mentiroso desde el principio; pero es tan convincente que, al igual que nuestra madre Eva, somos conducidos a creerle. Sin embargo, en nuestra experiencia comprobaremos que es un mentiroso. Él dice que caeremos de la gracia, que deshonraremos nuestra profesión, y que pereceremos con la condenación de los apóstatas; pero, confiando en el Señor Jesús, nos mantendremos en nuestro camino y comprobaremos que Jesús no pierde ninguno de los que Su Padre le ha dado. Él nos dice que nuestro pan faltará, y que moriremos de hambre con nuestros hijos; sin embargo, el alimentador de los cuervos no nos ha olvidado todavía, y nunca lo hará, sino que nos adereza mesa en presencia de nuestros angustiadores. Él nos susurra que el Señor no nos librará de la prueba que se vislumbra a la distancia, y amenaza diciendo que la última onza romperá el lomo del camello. ¡Es un gran mentiroso! Pues el Señor no nos dejará nunca, ni nos abandonará. “¡Líbrele ahora!”, grita ahora el falso demonio: pero el Señor lo acallará viniendo a nuestro rescate. Él se deleita grandemente diciéndonos que la muerte demostrará ser demasiado para nosotros. “¿Cómo harás en la espesura del Jordán?” Pero allí también comprobará que nos miente, y atravesaremos el río cantando salmos de gloria. (La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román)

                                                                                   Pbro. Rodolfo Torres Pérez