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“De la justificación del hombre”


Los artículos de religión de la Iglesia Metodista de México, A. R., son 25 posturas sobre distintos temas doctrinales representando el criterio doctrinal de la iglesia en determinados asuntos teológicos. El noveno artículo es: “Solamente somos tenido por justos delante de DIOS, por los méritos de nuestro Señor y Salvador Jesucristo por medio de la fe, y no por nuestras propias obras o nuestro merecimiento. Por lo tanto, la doctrina de que somos justificados  solamente por la fe es muy saludable y llena de consuelo”.

¿Cómo ser justificado el hombre por las obras? Imposible. Santiago 2:10 dice que quien es incumplidor de un mandamiento de la ley es culpable de toda la ley. Desde ese principio, el hombre no puede justificarse por sus obras debido a que ninguno puede guardar cabalmente toda la ley al cumplir cada uno de sus mandamientos. Entendiendo que la ley no es mala sino buena, un medio y no un fin, que no fue dada para la justificación del hombre sino para que éste fuera llevado a Cristo obteniendo su justicia mediante la fe (Gálatas 3:24), la evidencia que el hombre necesita de el Salvador del mundo. La justificación del hombre es imputada por la sustitución en la cruz, la justicia de DIOS es Jesucristo quien exonera de toda culpa al pecador otorgándole su libertad y redención (Romanos 1:17, 3:24 – 26). Por las obras nadie puede ser justificado, no se obtiene la calidad de bueno debido a que no hay quien sea entendido y apartado del mal (Romanos 3:12), la justificación, al igual que la salvación, no tienen su razón de ser en la iniciativa y esfuerzo del hombre por obtenerlas, es en la Justicia y Gracia de DIOS que puede acceder a ellas.

La doctrina de la justificación por la fe es muy saludable al no fijar en el hombre su justicia sino en la exoneración de DIOS a través del sacrificio de Jesucristo, y es llena de consuelo para el hombre incapaz de ser tenido por justo en el juicio de DIOS debido a su imposibilidad de hacer el bien y de ser tenido por inocente cuando ha hecho lo malo delante de los ojos de su Creador y DIOS. Es evidente, que la justificación del hombre viene del DIOS que lo creó a su imagen y semejanza, y que le considera como incapaz para por sus propios esfuerzos justificarse, siendo Jesucristo no su medio para aplicar su justicia sino su finalidad de salvación y justificación, por la cual, mediante la fe, el hombre ser justificado y hacer la paz para con Él (Romanos 5:1).

Pbro. Sergio Jonathan Lozano Luna