Pues tenemos gran gozo y consolación en tu amor, porque por ti, oh hermano, han sido confortados los corazones de los santos. Filemón 7

Yo agradezco tanto a Dios porque me ha dado  a cada uno de ustedes. ¡Nosotros somos causa de gozo, los unos para los otros! Una vez que nacemos de nuevo, Dios no nos deja solos en la tierra. ¡El quiere que nos demos gozo unos a otros! Imagino los rostros de muchas personas que he conocido a través de los años  de ministerio. Cada palabra que Dios me ha dado está dirigido a ustedes, miembros del cuerpo de Cristo. Mis dones no son para mí; son para ustedes, sus dones no son para ustedes; son para el cuerpo de Cristo. Cada uno de ustedes me desafía a buscar más de Cristo.

«Pero os ruego, hermanos, por nuestro Señor Jesucristo y por el amor del Espíritu, que me ayudéis orando por mí a Dios, para que sea librado de los rebeldes que están en Judea, y que la ofrenda de mi servicio a los santos en Jerusalén sea acepta; para que con gozo llegue a vosotros por la voluntad de Dios, y que sea recreado juntamente con vosotros. Y el Dios de paz sea con todos vosotros. Amén» Romanos 15:30-33  Pablo pedía oración por su propia vida pues él quería llegar a los romanos con el mensaje de Dios, en 2ª. De Corintios 2:3  Pablo quería gozarse al estar entre los hermanos de Corinto, a él le gustaba la compañía de los hermanos y valoraba el estar entre ellos, también se gozó por el arrepentimiento que tuvieron ante Dios, y se sentía amado por ellos. Mientras estoy sentada, participando en el culto de adoración en la iglesia, algunas veces me abruma lo que siento al escucharlo. Le agradezco a Dios por su fidelidad. También amo las caras conocidas de los miembros de la iglesia con los que me cruzo cada domingo. Estar en momentos de intercesión con mis amigos es un gozo mayor que llena mi vida ministerial.  Dios nos dio unos a otros para disfrutarnos. El no desea que seamos autónomos. «Porque ¿cuál es nuestra esperanza, o gozo, o corona de que me gloríe? ¿No lo sois vosotros, delante de nuestro Señor Jesucristo, en su venida? Vosotros sois nuestra gloria y gozo» 2ª. Tesalonicenses 2:19-20. En pocas palabras para Pablo sus hermanos en Cristo eran su gozo y su corona.  ¿Cuándo fue la última vez que usted disfrutó del cuerpo de Cristo?  ¿En que forma cree que sería peligroso o al menos que sería una desventaja, estar desconectados de otros cristianos adultos?  Mire a su alrededor, seguramente hay alguien muy cerca que se siente terriblemente solo. Algunas personas son muy calladas otras hablan demasiado,  Pídale a Dios que lo haga sensible a quienes se sienten solos en el cuerpo de Cristo, pídale que le dé un amor sobrenatural por ellos, dé un paso de fe e intégrelos. Hágase de amigos y relaciones de diferentes colores, situaciones económicas y trasfondos, aun diferentes denominaciones. Arriésguese, ellos llegarán a ser su gozo y su corona.