“Entonces David consultó a DIOS” 1º Crónicas 14:10
El uso de la oración ha sido en dirección a expresar un lamento más que una consulta. Ya no se ora para consultar sino para lamentar decisiones equivocadas pidiendo de la misericordia del Señor para que sus consecuencias sean cambiadas. Si bien la misericordia del Señor es inmensa y siempre estará dispuesto ayudar en cualquier adversidad también se debe entender que la oración prevé la victoria cuando su uso es en consulta. DIOS desea aprendas a no orar cuando ya has decidido sin Él y te resulta la oración una lamentación sino a consultar y seguir su indicación.
Comúnmente ante la toma de una decisión se dice: “Lo voy a consultar con la almohada” y las consecuencias son severas y descontroladas porque surgen de la emoción, sentimiento, o razón. La consulta que jamás falla es la que se hace a DIOS en oración. No un lamento sino una indicación, un qué hacer y cómo hacerlo siguiendo en todo momento la dirección de DIOS mediante su Palabra. David, un hombre experimentado en la guerra y con batallas ganadas (1º Samuel 17:50 y 18:7), no se fía de su conocimiento ni experiencia para resolver una nueva adversidad presentada sino consulta a DIOS y sigue atentamente su indicación (1º Crónicas 14:16).
No se trata de que decidas y después ores debido a que las consecuencias te han ahogado en el dolor y la angustia, la oración trata de una consulta donde no cuenta tu conocimiento y experiencia para resolver problemas sino la Gracia de DIOS que te ilumina para entender su Palabra, trata de evitarte el dolor al llevarte a tomar la mejor decisión.
¿Consultas o te lamentas? Presenta a DIOS tus alternativas y obedece porque está ahí tu victoria. No juzgues lo que te indique simplemente obedece que DIOS jamás falla. El propósito de la oración es que ante una decisión se pida la dirección de DIOS y no su uso sea como un extinguidor donde una vez equivocada la decisión se provoca un incendio siendo indispensable la intervención de DIOS para apagarlo pero nunca consultándose antes para evitarlo y llevarte a la paz de su victoria. Éste es el propósito al orar llevarte a la paz previamente al consultar para tener un destino victorioso y no una consecuencia en lamento.
Jamás decidas sin consultar a DIOS primero y cuando lo hayas hecho obedece para que tengas su paz y bienestar. No uses la oración para lamentar decisiones y hallar que DIOS resuelva sus consecuencias clasificándolas como pruebas cuando son el resultado de no haberle consultado. Pide perdón por tu equivocación y arrepiéntete que DIOS es amplio en perdonar y restaurar pero importante es aprendas que el uso de la oración es a presentar a DIOS tus alternativas y preguntar qué decidir y cómo resolver para no incurrir en el lamento. El Señor desea que haciendo uso de su consulta evites vivir momentos de dolor y angustia por haberte confiado en tu corazón o razón.
No es lamentación, la oración es una consulta, consulta que jamás falla.
Pbro. Sergio Jonathán Lozano Luna.