Wasihngton #513 Ote. Monterrey N.L. 8:00 a.m., 10:00 a.m., 12:00 p.m., 2:00 p.m. y 6:00 p.m.


CONSEJOS PARA LÍDERES DE CÉLULAS


1.Procure prepararse durante la semana, con oración, lectura disciplinada de la Biblia y un estudio adecuado de la lección.

2.Use métodos audiovisuales. Recuerde: Aprende más el que ve, escucha, habla y escribe.

3. Haga participar a los discípulos (leyendo, comentando, etc.).

4.Enriquezca las enseñanzas con sus comentarios y testimonios.

5.Procure no hacer preguntas al inicio, sino hasta el final.

6.Recuerde: Siempre que surja la oportunidad, presente el mensaje de salvación.

7.Contestar preguntas y aclarar dudas, puede ser más importante que terminar una lección, en una sesión. Si en ese momento no está seguro de la respuesta, siempre, en una reunión posterior, después de consultar con el pastor, dé respuestas claras, correctas y completas, a las preguntas. Si no sabe la respuesta, no diga cualquier cosa, consulte con el pastor y luego de la respuesta.

8. Mida bien su tiempo. A veces, para terminar una lección, se necesitan más de una reunión semanal.

9. No deje de invitar, con paciencia y perseverancia, a todos los discípulos a integrarse a la iglesia, a bautizarse, y a cooperar como miembros útiles, activos y en plena comunión, del cuerpo de Cristo.

10. Pídale a Dios que le ayude a cooperar en la capacitación continua de sus consiervos (como los futuros líderes de células), animándolos y ayudándoles a descubrir, desarrollar y ejercitar sus talentos, dones y ministerios para que cada día sean mejores instrumentos en las manos de Dios.

11. Siempre dele gracias a Dios, por darle la bendita oportunidad de ser instrumento en su trascendental obra.

12. Recuerde: Siendo que hay cientos de siervos fieles mucho más capacitados que usted y yo, es un verdadero privilegio y preciosa responsabilidad el que Dios, a pesar de nuestras imperfecciones, nos use a nosotros.

13. No permita que el diablo lo desanime con sus burlas y ataques, ni haga caso cuando a través de otros, ridiculiza y minimiza la importancia de su trascendental ministerio, o le recuerda mil argumentos que según él, comprueban que usted es un incapaz. La Biblia dice: “Y tal confianza tenemos mediante Cristo para con Dios; no que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios.” (2ª Co 3:4,5). Y si el diablo le recuerda su pasado, usted recuérdele su futuro; porque Cristo ya triunfo sobre él en la cruz del calvario.

Pbro. Rodolfo Torres Pérez