“Doy gracias al que me fortaleció, a Cristo Jesús nuestro Señor, porque me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio,”

A continuación comparto el testimonio de: Maclovio Gómez Lorenzana y de cómo Dios le llamó al ministerio, espero sea de bendición a todos.”Cuando Dios le llamó para la salvación, mi padre estaba sumamente interesado en el cultivo de sus campos. Fue un hombre entregado a la labranza de la tierra.

Como campesino, mi padre gustaba mucho de sembrar toda clase de producto que estuviera a su alcance. Sus tierras siempre se veían llenas de árboles frutales. Tenía tierras muy pródigas y siempre sacaba buena y abundante cosecha año tras año.

Después de su conversión, mi padre atendía su trabajo y fungía como encargado de una iglesia. Así permaneció durante algunos años. Durante ese tiempo nunca había querido atender el llamado de Dios para servirle como siervo suyo.

Dios puso su mano un poco más fuerte sobre la vida de mi padre para llamarle. Durante tres años consecutivos mi padre perdió las co­sechas del campo. Gran parte de la cosecha se le quemó y levantaba entonces muy poco fruto. Además, durante ese tiempo quedó muy endeudado y la enfermedad hizo acto de presencia en la familia con regular frecuencia.

Dada esta crítica situación, mi padre reflexionó profundamente sobre el porqué de estos males sobre su vida. Entonces llegó a comprender claramente que Dios le estaba llamando y le necesitaba en su obra. Mi padre tomó la firme decisión de abandonar el campo y dedicarse enteramente al ministerio cristiano. Jamás se ha arrepentido de tal decisión. Como fruto de su llamamiento, cuatro de sus hijos estamos ahora en las filas del ministerio cristiano.

Dios puede usar las cosas materiales para hablar y llamar a un hombre para su servicio. Lo que resta es que estemos al tanto y dispuestos para oír su voz.”

Pbro. Rodolfo Torres Pérez