Estamos tocando la puerta del 120 aniversario de la fundación de la TRINIDAD donde Pastores, Líderes, y la iglesia deben prepararse para celebrar con la visión de quienes fundaron esta iglesia y creo que este gran reto era y seguirá siendo la Evangelización y el Discipulado. La pregunta a surgir es ¿Cómo lograr que los esfuerzos de la iglesia, para cumplir con La Gran Comisión obtengan los mayores frutos? El énfasis de la IMMAR es “En Cristo Reformando a la Nación a través de las Sagradas Escrituras”; por eso creo que la aplicación de los principios que están establecidos en la Palabra de Dios es vigente para estos tiempos que nos toca vivir; mencionaré algunos: Visión: La visión es fundamental en cualquier tarea que se desarrolle, la visión es lo que una congregación recibe por el Espíritu Santo como lo que es la voluntad de Dios. ¿Sabe cuál es la visión? ¡Exacto! ESTABLECER EL REINO DE DIOS. Debemos pensar no solo en la Evangelización, sino, en hacer discípulos, es decir, Ir y hacer discípulos. ¿Quiénes son las personas para desarrollar esta visión? II Timoteo 2:2 nos da la respuesta, Discípulos fieles e Idóneos. Fidelidad: Es la característica sobresaliente, Dios usa personas conforme a su voluntad y no conforme a nosotros. Idoneidad: Es importante pero no básica, nunca debemos anteponer la idoneidad a la Fidelidad, ya que la fidelidad es una actitud del corazón. Una cualidad particular en TODO creyente debe ser el fruto, entonces, si somos FIELES y somos creyentes que estamos dando fruto el Señor espera de nosotros que nos multipliquemos ¿Cómo? Hablando a otros de Cristo, involucrándonos en los ministerios dentro de la iglesia local, abriendo grupos de discipulado, estableciendo células, grupos de alcance, grupos familiares, predicando en las casas, plazas, con nuestros vecinos, amigos, etc. Por último, al ser llamados a trabajar en su obra cada uno recibamos la visión y que con la fidelidad cumplamos la tarea de tal forma que los resultados se hagan visibles dando fruto al 30 al 60 y al 100 por uno como dice el Señor Jesús. ¡Hablemos del Evangelio, hagamos discípulos para Cristo!