Quiero compartir un sueño que tuve, era un jardín inmenso, verde y hermoso, había fogatas con un fuego alto del tamaño de una persona, eran muchas, dispersas por todo el lugar, todos estábamos vestidos de playera y pantalón blanco, había un león feo, grande, con una melena abundante, su mirada era fría, de enojo y nos miraba fijamente … no perdía detalle de nuestros movimientos, Carlos y yo corríamos tomados de la mano, había más parejas resguardadas detrás de esas fogatas con llamas enormes que invitaban a tomarlas como lugar de refugio, nos cubrían muy bien de la vista del león, cuando el se distraía podíamos correr en grupos buscando a nuestros hijos, ellos estaban por edades al cuidado de maestras que les enseñaban la Biblia. Eso nos tranquilizaba, el león nos perseguía pero cuando llegábamos al fuego, se detenía a distancia, no nos hacía daño, alguien nos dio esta instrucción: “no se suelten de las manos, es importante correr con su pareja, manténganse detrás del fuego y procuren estar en grupos”. Pensé –que esto sea un sueño, no podemos estar viviendo esta persecución – en eso desperté.
La instrucción dada en el sueño es una verdad bíblica, al pedir que corramos tomados de la mano con nuestra pareja, está marcando el modelo y la voluntad de Dios para los matrimonios, para caminar hacia una misma dirección, mantener la unidad y estar en un mismo sentir, éste sueño nos habla de algo que está sucediendo pues si bien no sufrimos persecución física, la estamos sufriendo de una manera emocional o moral.
¿Cuál fue nuestra reacción al oír de la declaración de la Suprema Corte a favor de los matrimonios homosexuales, en algunos estados de la República Mexicana? ¿No fue tristeza, rabia o dolor? Y sin querer nos lleva a pensar en el futuro, por eso la relevancia de ser MATRIMONIOS UNIDOS (hombre—mujer), para formar familias, para edificar sociedades. Pues aún en el arca de Noé entraron macho—hembra para formar especies, entraron por parejas de diferente sexo. Una de las maneras de contrarrestar la influencia de matrimonios gay es fijarnos como meta caminar a la par de nuestro cónyuge, ser matrimonios modelos que den testimonio de la obra de Jesús en nuestra relación, pues ahí hay bendición y victoria.
La Palabra de Dios nos dice: “sed sobrios y velad porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar” 1ª. Pedro 5:8. El vocablo “adversario” es antídikos que significa “el acusador en un proceso legal”. No necesitamos de leyes que distorsionen el concepto de “matrimonio”, bastante tenemos con este enemigo que trata de romper los hogares con sus artimañas, que busca acusarnos cuando tratamos de sanar heridas en medio de los errores. Tenemos que estar cuerdos, velando. Hoy más que nunca, sembremos en nuestros hijos la Palabra de Dios, en el sueño los niños eran enseñados, instruidos por maestras con mano en Biblia, esa tarea nos corresponde darla en casa y en la Iglesia solo se refuerza. La Enseñanza constante de las Escrituras es una protección para la mente y el corazón de los niños. Pues ellos aprenden de la voluntad de Dios de manera que cuando crezcan no se apartarán, sabrán discernir lo bueno de lo malo. Las fogatas representan la Palabra de Dios y la presencia del Espíritu Santo ¿no es mi palabra como fuego y como martillo que quebranta la piedra? Jeremías. 23:29.
Mi amado hermano, estar en grupos habla de ser un solo pueblo, cuando el enemigo no logra dañarnos con situaciones de inmoralidad o pecado, lo hace a través de divisiones trayendo confusión al tratar puntos doctrinales interpretados de una forma muy equivocada, seamos personas humildes, haciendo cuerpo unos con otros y teniendo comunión, busca estar en una célula o en un ministerio para crecer sanamente y cuando tengas que lidiar una batalla otros te ayudarán a vencer. La bendición de estar unidos nos dará una misma vestidura y desatará un poder donde el Nombre de Cristo será glorificado y así conocerán al ÚNICO DIOS VERDADERO. OREMOS POR LOS MATRIMONIOS PARA QUE DUREN TODA LA VIDA. PAREJAS CONFORME AL CORAZÓN DE DIOS.
Dios les bendiga ricamente con unidad matrimonial
Magda Saldaña de Lozano