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IMPORTANCIA DE LA ASCENSION DE CRISTO


“Y el Señor, después que les habló, fue recibido arriba en el cielo y se sentó a la diestra de Dios” Marcos 16:19

 

 

En esta ocasión, hablaremos sobre la partida de Jesús en los cielos, cuando finalizó su ministerio de redención por la humanidad, y también de las promesas escriturales que dejó para su Iglesia.

Aproximadamente durante tres años, Jesús invirtió tiempo preparando a los apóstoles para que hicieran discípulos en todas las naciones.  El maestro utilizó el método sencillo de “hacer” y “enseñar”, es decir, su forma de vivir era una instrucción diaria para sus seguidores, que provocaba el interés de preguntar cómo hacer las cosas y por medio de sus respuestas: capacitaba a sus alumnos.

En este periodo de entrenamiento de los discípulos, se presentó un nuevo obstáculo: ¡Jesús ya no estaría con ellos! Lo iban a perder y repentinamente todo lo que esperaban se venía abajo.  Jesús había muerto en una cruz, como lo hacían los criminales en el tiempo del Imperio Romano. Igual que en los tiempos bíblicos: nosotros como discípulos necesitamos la instrucción de Jesús para llegar a la madurez. En las circunstancias que vivimos y en cada reto que enfrentamos, el Señor está ahí formando nuestra vida.

En el contexto bíblico de lo que parecía haber terminado con la muerte de Jesús, comienza un tiempo  glorioso en el que Jesús ¡Resucitó!  Y durante 40 días se manifestó, al menos 12 veces, a sus seguidores. Tenía el propósito de afirmarles, mientras les recordaba que ya  habían sido instruidos por la Palabra sobre la necesidad del Maestro, de morir y dar su vida para llevar las enfermedades en su cuerpo, brindado salud y salvación a la humanidad.

¡Qué gozo tuvieron al ver de nuevo a Jesús!, comieron con Él, vivieron la experiencia de caminar a su lado; pero entonces un día se despide, y les recuerda que ellos son los que darán seguimiento a los planes del Reino de Dios.  Jesús ha terminado su ministerio aquí en la tierra y parte a los cielos.

Surge la pregunta, ¿qué hace Jesús en el cielo?

Asumió el ministerio de Rey: con poder y autoridad venció a la muerte, a toda potestad del mal y al pecado.  Esto implica que como hijos de Dios estamos llamados a ser vencedores.

Asumió el ministerio de Sumo Sacerdote: sentándose a la diestra del Padre para interceder por nosotros, para que se cumpla la voluntad de Dios y seamos fortalecidos en la fe.

Aseguró la entrada al cielo: Jesús nos ha preparado una morada en los cielos para que cuando seamos llamados a su presencia, estemos donde esté Cristo.

Aseguró la venida del Espíritu Santo: Al ascender a los cielos, no nos dejó en orfandad, tenemos a alguien que nos acompaña diariamente en la vida: el Espíritu Santo, quien nos guía al tomar decisiones, nos da poder cuando servimos a Dios y nos consuela cuando sufrimos.

Pueblo de Dios no desmayemos, en los cielos tenemos a Jesús Resucitado a favor de nosotros, ¡caminemos firmes hacia la victoria!

Pbro, Raúl Rosas González