Una verdad sobre la oración es que la situación cambia cuando alguien ora. Es a través de ella que DIOS derrama de sus abundantes riquezas, y que de no tenerse se priva la iglesia de sus bendiciones.  Orar es la oportunidad para que DIOS cambie las cosas. No posee en sí misma la autoridad y poder para trasformar u obrar algún milagro sino es un medio que DIOS ha dado para mostrar su favor en aquellos que lo buscan y creen a su realidad.

 Di: “Si yo oro, suceden cosas”, eso es lo extraordinario de la oración que apela al DIOS de Gracia que interviene cuando alguien toca su puerta con el clamor, siendo así, quien ora ha de estar siempre a la expectativa porque DIOS le responderá sin dar lugar a las dudas. Si oras acudes a quien es el Señor de lo sobrenatural y turnas la situación a sus expertas manos. Orando es el comienzo del cambio y persistiendo en ello el testimonio de lograrlo. Si tú oras será un punto de partida a la respuesta de la situación, la oportunidad de atestiguar que suceden cosas con tu clamor. Naciones, iglesias, sociedades, han vivido un avivamiento espiritual siempre teniendo su causa en la oración, ese es el comienzo del cambio, la trasformación viene de la mano de DIOS cuando la iglesia la sujeta mediante la oración. El principio es sencillo “Si yo oro, suceden cosas” comienzo a sembrar para en el tiempo perfecto del Señor cosechar.

 Nehemías oró y sucedió la restauración… ¿Qué sucederá si oras? ¡Muchas cosas! Entonces plantea la pregunta ¿Cuándo comenzaré a orar? Lo que deseas ver mañana se inicia hoy con tu oración.

Pbro. Sergio Jonathan Lozano Luna 

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