““De la fe en la Santísima Trinidad””

Los artículos de religión de la Iglesia Metodista de México, A. R., son 25 posturas sobre distintos temas doctrinales representando el criterio doctrinal de la iglesia en determinados asuntos teológicos. El primer artículo es: “De la fe en la Santísima Trinidad”, afirmando lo siguiente: “Hay un solo DIOS vivo y verdadero, el cual es eterno, sin cuerpo  ni partes, e infinito en poder, sabiduría y bondad, el Creador y Conservador de todas las cosas, así las visibles como las invisibles. Y en la unidad de esta Deidad hay tres Personas de una misma sustancia, poder y eternidad, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.”

La Iglesia Metodista cree en la tripartita Deidad de acuerdo a sus Personas. DIOS es uno revelado en tres personas distintas. Error es entender que la Trinidad es la división de la Deidad en tres dioses distintos, en tal caso la iglesia metodista adoraría a tres diferentes incurriendo al politeísmo, a una herejía por cuanto la Escritura sólo revela a un DIOS. No se tienen tres dioses sino tres personas en una sola Deidad, un solo DIOS; el único, el verdadero, el cual es eterno, que siempre será y que trasciende toda existencia. Su cualidad de eterno impide deje de existir, pasará la vida y todo lo que en ella existe pero Él jamás dejando de ser. La Trinidad no debe ser entendida en una clasificación o jerarquía de dioses donde el Padre es mayor que el Hijo, y a su vez, el Hijo es mayor que el Espíritu Santo. Hay pasajes que son tergiversados por la falta de entendimiento debido a que como Personas evidentemente el Padre es mayor que el Hijo porque en el rol de la familia sí existe una jerarquía donde el padre es mayor que el hijo, es así, que en mencionadas citas (Juan 14:28) ha de entenderse que Jesús refiere que el Padre es mayor desde su cualidad de Hijo, como la Segunda Persona de la Trinidad, pero no como DIOS porque no existe una Jerarquía en cuanto a la Deidad refiere.

Evidentemente la confusión de algunos radica en cómo entender y afirmar que el Hijo y el Espíritu Santo sean DIOS sí se hace una distinción en Tres Personas. Bien, los tres son de una misma sustancia por cuanto la Biblia lo asevera (Hebreos 1:2 y 3, Salmo 139:7) entendiendo que como Tres Personas distintas una de otra son en una unidad indivisible; es decir, el Hijo como Segunda Persona de la Trinidad es DIOS, el Espíritu como Tercera Persona de la Trinidad es DIOS, porque ambos son, con el Padre, una unidad en Deidad que no puede ser divida porque sólo hay un único DIOS. La división es en cuanto a sus Personas y no en cuanto a su Deidad. Siendo así, no se adora a tres dioses sino a uno sólo revelado en Tres Personas distintas. La Deidad jamás es dividida, es compartida en Tres Personas distintas.

El Hijo y el Espíritu Santo siendo DIOS con el Padre, poseen las mismas cualidades propias de la Deidad, ambos son eternos y todopoderosos porque la división de sus Personas no afecta su cualidad de ser DIOS. El Hijo al encarnarse no dejó de ser DIOS (Juan 5:18, 10:30 – 38), condición que los judíos comprendieron e hicieron su razón para rechazarlo. El Espíritu Santo no deja de ser DIOS en su Paracleto (Juan 14:26), la iglesia misma reconoció su Personalidad y Deidad: “No has mentido a los hombres, sino a DIOS” (Hechos 5:4).

Decir que tenemos fe en la Santísima Trinidad es entender la naturaleza de DIOS en Tres Personas adorando a un solo DIOS.

Pbro. Sergio Jonathan Lozano Luna