“Los días de nuestra edad son setenta años; Y si en los más robustos son ochenta años, Con todo, su fortaleza es molestia y trabajo, Porque pronto pasan, y volamos.”
Salmo 90:10
Dicen Las Sagradas Escrituras: “Delante de las canas te levantarás”. Ese es un mandamiento divino que nos enseña a reverenciar, reconocer, admirar y honrar a los ancianos. ¿Qué tienen las personas de avanzada edad, por lo que tengamos que darles honra? ¡Mucho!, de acuerdo a la palabra de Dios. Primero, ellos han sido quienes nos dieron la vida- lo digo en relación a nuestros padres, si viven-, luego, que ellos han vivido ya sus años juntamente con sus tristezas, sus alegrías, sus fracasos, sus éxitos; y todas esas experiencias que hacen de su vida, una vida de esplendor. Así lo dicen Las Escrituras: “La gloria del viejo, es su vejez”. Si comparamos esta vida con una carrera de resistencia veremos que hay personas que ya llevan mucho camino adelantado y que les falta poco para llegar a esa meta de la vida, y nosotros por admiración y apoyo los vitorearíamos. ¡Cuánto debieron sufrir en su caminar! ¡Cuántas caídas! ¡Cuánta resistencia!, bien merecen nuestra admiración y reconocimiento! Por ello en nuestra Iglesia local hemos de apartarles espacio y dedicarles tiempo, cumpliendo así con el mandamiento de Dios, en su Palabra.
En primer término, hablaremos de aquellos hombres del ayer que nos dejan gran recuerdo de sus vidas para deleite nuestro, para ejemplo de los actuales ancianos, y para instrucción de quienes tienen en su hogar la bendición de un ´viejo´, porque también dice la Biblia: ”honra de los hijos son sus padres”. También daremos algunos consejos a los ancianos y a sus familiares, de tal forma que todos haremos la voluntad de Dios y alegraremos la vida de quienes alegraron la nuestra en los años anteriores. Recordemos lo que la Biblia nos dice en relación del Adulto en Plenitud, Levítico 19:32 “Delante de las canas te levantarás, y honrarás el rostro del anciano, y de tu Dios tendrás temor. Yo Jehová.”
Pastor Rodolfo Torres Pérez