El salmista detectaba el aroma que desprendía el humo del altar del incienso, era un aroma grato, sutil y suave, agradable al olfato y también a la vista pues sabía que ese incienso estaba dedicado a Jehová, por eso sus palabras en el Salmo 141:2 «Suba mi Oración delante de ti como el incienso, el don de mis manos como la ofrenda de la tarde».
En Éxodo 30 Dios le manda a Moisés hacer un altar para el incienso, este altar iba cubierto de oro puro y tenía ciertas medidas, su ubicación sería en el lugar santo, cerca de la presencia de Jehová. También había instrucciones precisas para ese incienso: debía prepararse con medidas iguales de diferentes especias, ser puro y santo, su preparación debía ser como un perfume ofrecido a Dios no para uso personal y solo el sacerdote tenía la encomienda de prepararlo y hacerlo arder dos veces al día, una vez por la mañana y una vez por la tarde. Dios dio la indicación de tener una fragancia que le fuera ofrecida continuamente. Un aroma incesante para Dios, que se repitiera sin tener fin «Y cuando Aarón prepare las lámparas al atardecer, quemará incienso. Habrá incienso perpetuo delante del SEÑOR por todas vuestras generaciones» Éxodo 30:8. El altar del incienso nos habla de la intercesión, de la oración que tenemos y debemos levantar al Señor, en un altar hay fuego y carbones, el precioso Espíritu Santo nos ayuda a encender esos carbones y Jesucristo, nuestro perfecto intercesor (Rom. 8:34), libera la fragancia de las oraciones de sus hijos para que éstas suban al cielo, cuando oramos en su Nombre, Dios nos escucha y nos responde. Apartar un tiempo para orar, no solo es para que Dios me escuche a mí, sino para que yo aprenda a escuchar Su voz. Cuánto aprecia el Señor nuestra oración, estos pasajes nos dan una idea de ese valor …
«Cuando tomó el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; cada uno tenía un arpa y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos. Apoc.5:8» «Otro ángel vino y se paró ante el altar con un incensario de oro, y se le dio mucho incienso para que lo añadiera a las oraciones de todos los santos sobre el altar de oro que estaba delante del trono. Apoc. 8:3»
Un efecto primordial de la oración es que nos abre el oído para escuchar su voz, tenemos una convocatoria para unirnos en ayuno y oración, será a partir de hoy domingo 24 de Julio, terminando el sábado 13 de Agosto con siete horas de oración y alabanza.
¿Quieres escuchar su voz, ser ministrado por Su Espíritu? Levantemos un incienso, una voz incesante que transforme nuestras vidas y nuestra comunidad.
DIOS LOS BENDIGA ABUNDANTEMENTE.
Magda Saldaña De Lozano