¿Qué le interesa a la persona media en las calles de nuestra ciudad? Finanzas, comercio, política, viajes, deportes, religión. Exactamente las mismas cosas que interesaban a las personas en las calles de Éfeso. Pablo tenía una estrategia evangelizadora que funcionaba entonces y funciona ahora. Testificar con una claridad valiente donde la gente responde, y cambiar decisivamente las estrategias cuando la respuesta se detiene.
I. Evangeliza primero donde la respuesta parece más probable. Pablo testificó primero donde la respuesta era probable, la sinagoga judía. Debemos averiguar donde la gente de nuestra ciudad responde más e ir allí primero. Hemos de ir con una valentía o decisión habitual por un tiempo suficiente: “Durante unos tres meses… Pablo predicaba con valentía.” Hemos de dar un mensaje claro, no distorsionado ni dar un pasatiempo “religioso”: “Discutiendo y persuadiendo.”
Aplicación: Identifica a las personas que sabes que es más probable que respondan.
II. Cambia la estrategia evangelizadora decisiva y creativamente. Cambia la estrategia cuando la actual deja o deje de funcionar. Cuando las persona se endurecen o se niegan a escuchar el Evangelio. Cuando se desarrolla la oposición pública o también la privada. Cambia la estrategia decisivamente: “Pablo “se separó de ellos y tomó a los discípulos aparte”. Cambia la estrategia creativamente: Pablo discutía “cada día en la escuela de Tirano”. Aplicación: Encuentra una nueva forma de compartir el evangelio en tu circulo donde te desenvuelves, cambia de público, ve con otras personas.
III. Espera confrontar la región entera con el evangelio. En dos años, todos los que vivían en Asia Romana oyeron la palabra del Señor. El evangelio penetró racial, geográfica, económica y vocacionalmente. Podemos encontrar una estrategia para que todos, a todos los niveles de nuestra ciudad, oigan la palabra del Señor. Aplicación: Introdúcete en los diferentes estratos de tu mundo con el evangelio, experimenta hablarles a otras personas que no son de tu círculo íntimo, ve a otros lugares y predica el Evangelio.
Finalmente: Observa donde hay necesidad de hablar del Evangelio. El Señor Jesús constantemente hacía que sus discípulos vieran la necesidad del ser humano. Eres joven o señorita ? Puedes predicar en la universidad, en tu trabajo, en tu barrio, con tus amigos; hay tanta necesidad y vacío existencial que la juventud está esperando llenar ese vacío en sus vidas. Eres dama o caballero? De igual forma, hay tanta necesidad espiritual donde nos desenvolvemos, sea este el trabajo, negocio particular, amistades o vecinos. Recordemos que Pablo uno de los grandes conocedores de política, filosofía, ciencia y muchas de las ramas del saber humano de su época le dijo a Timoteo, “Predica la Palabra” “ a tiempo y fuera de tiempo”.!Prediquemos la palabra, hablemos de Jesucristo, hagamos discípulos para Él.
Pbro. Rodolfo Torres Pérez