Dedico estas líneas a quienes como yo tienen la bendición y responsabilidad de ser padres de familia; Dios dice que los hijos son una herencia y los compara con saetas (flechas) en manos del valiente, dice que es feliz (bienaventurado) quien llenó su aljaba (porta flechas) de ellos porque no sufrirá vergüenza frente a sus enemigos (Sal.127)
Es cierto que ser padre implica ruido, gastos, disciplina, tristezas, limitaciones y muchos esfuerzos, pero significa también ternura, fuerza, satisfacción, alegrías, y buenos momentos. Es una bendición que completa la vida y nos ayuda a entender más el corazón del Padre celestial, su protección, su corrección, su provisión y su sacrificio; es precisamente la experiencia con el Padre Eterno la que nos ayuda a vivir la paternidad como debe ser, sin las limitaciones de nuestros padres terrenales, de modo que si tu experiencia con la paternidad fue desagradable te invito a que la vivas a la manera del Señor, no te arrepentirás. Si el día de padre te produce tristeza porque tú papá ya no está con nosotros o porque está lejos, por favor levanta una oración de gratitud al cielo y bendice a Dios por lo que has recibido de tu papá en la tierra. Si tú papá vive aprovecha este mes como pretexto para amarlo en forma práctica, para pasar tiempo con él, para darle lo que puedas como señal de gratitud. Cuidado: Hay personas que dan más importancia a otros días como el de las madres, tal vez porque tuvieron un mala experiencia paternal; de no ser así te invito a reflexionar y hacer un cambio, Dios NO da más importancia a las madres que a los padres (de hecho en la Biblia se asigna más responsabilidad y privilegios a los padres), así que no dejemos que este aspecto cultural anti bíblico rija nuestra forma de pensar. Si hubieres sufrido te invito a perdonar, no porque tú papá lo merezca, sino porque sin que tú lo merecieras el Padre te perdonó a ti tus pecados y faltas; no juzgues porque con la medida que juzgues serás juzgado, deja el juicio a Dios (Él es el juez justo) y mejor pide misericordia, una oportunidad de redención como tú la tuviste al venir a Cristo. Si nunca has sido papá por favor calla tus críticas y no hables de lo que no sabes porque tú no lo has vivido; no compares a tu papá con otros, mejor comprende, aprende a “contextualizar”, analizando el entorno y las condiciones en que tú papá vivió para que puedas entender porqué hace lo que hace o lo que hizo… Y siempre que puedas bendice, bendice y bendice otra vez, aprovecha mientras tú papá está aquí y si no pudiste bendice a quien es padre de otro y aprende también… Que en todo lo referente a la paternidad tengamos el corazón de Jesús… ¡Feliz día papás!
Pbro. Efraín Reyes Bonilla