Es mi oración sincera que el 2016 sea un año de conocer y experimentar a Dios como nunca antes, que sea un año de avances significantes y estratégicos, y que su vida sea marcada por el favor de Dios en todo lo que emprenda.

La verdad es que esa clase de bendición no viene por la imposición de manos e impartición, no viene porque otra persona lo desea, y no viene simplemente porque alguien se lo profetice. Viene cuando nosotros mismos nos comprometemos a buscar a Dios por nosotros mismos rindiendo nuestra voluntad a la Suya, cuando nos disciplinamos a guardar Su Palabra en nuestros corazones para no pecar en contra de Él, y a pasar tiempo con Él en oración.

La voluntad de Dios por nosotros ya está establecida:

3ª Juan 2 «Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma.»

Jeremías 29:11-13 «Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis. Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré; y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón.»

Aunque la voluntad de Dios está establecida en los cielos, no se establece en nuestras vidas aquí en la tierra hasta que nosotros nos dediquemos a colaborar con Él. Una de las mejores cosas que podamos hacer para asegurar que la voluntad de Dios se cumpla en nuestras vidas es desarrollar una disciplina personal de leer y estudiar Su Palabra la Biblia.

Algunos me han dicho que se sienten intimidados al abrir la Biblia. Otros me han dicho que no saben en donde iniciar, o que no la entienden. Mi recomendación es que inicie en el Nuevo Testamento, en el Evangelio de San Juan, seguido por los demás Evangelios que nos revelan la Vida de Jesucristo y Sus enseñanzas. Luego, siga con el Libro de los Hechos de los Apóstoles, y las Epístolas (cartas de los apóstoles) del Nuevo Testamento.

Al hacerlo, pida al Espíritu Santo que le ayude a entender las verdades que están presentes allí que le ayudarán en su vida. El Espíritu Santo está dispuesto y esperándole. A Él Le complace responder a tales peticiones. Como el Espíritu Santo es el Autor, Él que inspiró la Biblia, Él es el Mejor para ayudarle a entender. ¡La manera mejor de conocer la Biblia es desarrollar una relación personal con el Autor! Él convierte la letra de la Palabra en palabras vivas que transformarán su vida

                                                                                  Profeta Cliff Bell