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¿Y AHORA QUÉ SIGUE?


Cuánto nos hemos edificado y gozado con los diferentes eventos donde nos han predicado de la Palabra viva que traspasa el corazón. La música de adoración nos ha trasladado por momentos a instantes de gloria donde experimentamos la presencia de Dios. Hemos tenido cultos avivados que quisiéramos estar ahí mucho más tiempo. Y después de esto ¿Que sigue?

El reloj de Dios avanza y día con día vemos señales que aunque no estamos cerca de ellas, la tecnología nos  hace casi tocarlas a través de una pantalla, sea un eclipse, un terremoto, meteoritos, un huracán, guerras distantes entre dos naciones o situaciones de nuestra localidad muy fuera de lo normal, todo eso  solo expresa un mensaje diciendo: «La venida de Jesús está cerca»

Y cuando pasan estos hechos resurge una palabra entre los remanentes del recuerdo AVIVAMIENTO. Si una palabra nos debe mover para ver hecha la voluntad de Dios aquí en la tierra como en el cielo es … precisamente esa. Avivamiento significa: Incremento de la intensidad, la fuerza o la vivacidad de algo. Vuelva a leer el significado de esa palabra. ¿Se fija que nos lleva a imaginar algo que no podemos detener? Sin duda esa intensidad excedería nuestras fuerzas. Cuando veo  una  ciudad  entregarse a sus tradiciones y vestirse de muerte solo para divertirse, pienso en la urgencia de tener un AVIVAMIENTO. La carga de ese avivar y la sanidad de un corazón o una nación completa se nos ha conferido a nosotros los cristianos. El avivamiento no tiene nada que ver con los que no son salvos sino con los redimidos. 2ª. Crónicas 7:14 nos desglosa paso a paso un camino para ser sanados y restaurados de todo malestar que aqueja a la nación. Si como pueblo nos humillamos, oramos y buscamos el rostro de Dios, entonces y solo entonces, ésta nación será sanada, ¿Será posible esto? Recuerde la nación de Nínive, tan perdida en su razonar y pecar, que hubo esperanza alcanzaron misericordia al humillarse ante Dios. Cada vez que escuchemos una predicación, cada vez que desde el púlpito somos enseñados, lo que sigue es caminar hacia la madurez, porque el avivamiento solo lo encienden personas que aceptan el reto de dejar la niñez espiritual y deciden seguir al Maestro hasta que sus vidas son complementadas para una labor mayor. Tener disposición al dejarse encender por el Espíritu Santo es fácil,  pero mantener ese fuego encendido es el reto a seguir,  caminar hacia la madurez es dejar de ser niños fluctuantes y tomar el llamado de 2ª. Crónicas 7:14, este es un mensaje dirigido a los jóvenes que acaban de vivir una revolución en sus vidas, pero también, a los padres que hemos recibido abundante Palabra y Promesas grandísimas y preciosas que se cumplirán cuando seamos obedientes. Dios produce el resultado de nuestra obediencia, no nosotros. Hagamos esa parte y él hará su trabajo. «Si se humillare mi pueblo … y oraren … yo oiré desde los cielos perdonaré sus pecados y sanaré su tierra» 2ª. Crónicas 7:14

                                                                                                           Magda Saldaña de Lozano