El ver todo lo que ocurrió este pasado fin de semana me llena de emoción y me da la pauta para seguir diciendo en alta voz: Revolución es un congreso diseñado en el corazón de Dios, es por Él y es para Él… ¡Gracias Señor!
Es complicado dar gracias y reconocer a quienes trabajaron e hicieron posible este evento porque, al hacerlo, uno suele omitir a alguien importante y como ese nunca será mi propósito, pido perdón si alguien o algo me falta y por eso lo haré en forma más general: Gracias Iglesia “La Trinidad” por 10 años continuos de hermoso apoyo y cobertura (no hay otra Iglesia como tú), gracias a nuestros tres pastores y sus esposas por estar presentes, por orar y dar su apoyo; a quienes hospedaron y becaron tomándose todos los inconvenientes que esto implica; a Ernesto de León (qué bárbaro hermano…), Alfredo Valdez y sus respectivos equipos por ayudarnos a hacer un evento mucho más grande y hermoso; a las parejas que me ayudan siempre (aunque sea su cumpleaños) y cuya presencia me hace sentir seguro; a Brenda, Inés y Merari por su ayuda constante y amable; a Evaristo, Lorenzo, Gilberto y los muchachos de intendencia por ser un apoyo tan real para nosotros; a los amigos que cuidaron a nuestros hijos como “niñeros”; a Magda y su equipo de oración por ministrarnos; a Juan y Ma. Esther por su trabajo e increíble corazón para dar…
Gracias a los que: se desvelaron, se desmayaron, cansaron, esforzaron, oraron y los que lloraron, que cargaron, limpiaron, trapearon, corrieron, manejaron, instalaron, desinstalaron, re-instalaron, diseñaron con gran creatividad, grabaron, editaron, compraron, vendieron, pusieron sillas, quitaron sillas, contaron sillas, recibieron con una sonrisa, dieron la milla extra… Gracias!
A los que hicieron algo por esta causa y nadie se dio cuenta… sólo el Padre, el verdadero galardonador…
Chavos de Trinidad: Me enorgullezco de ser llamado su pastor, ustedes son la “pepsi fría”… Líderes de Comisión: Tremendo año de verdad, se lucieron en serio, les quedó increíble todo… Perla: Sigues demostrando tu inmensurable valor y tu entrega a toda prueba; Daniela: Sin palabras amiga, eres simplemente fabulosa e indispensable; Carol, sin tu presencia, tu amor y tu apoyo la vida parece inconcebible…
Fue un año difícil, vivimos el ataque de satanás, enfrentamos prueba, sentimos temor, hubo trabas, enfermedad, lágrimas y angustia… Sin embargo, hubo victoria, transformación, sanidad, confrontación, compromiso, innumerables muestras de cariño y de apoyo, lágrimas (de las buenas), adoración, enseñanza, y sobre todo, la hermosísima y gloriosa presencia del Padre Eterno y el increíble respaldo y unción de su Espíritu Santo… ¡El botín es para nuestro Señor Jesucristo a quien sea todo el honor y toda la gloria!
El ver todo lo que ocurrió este pasado fin de semana me llena de emoción y me da la pauta para seguir diciendo en alta voz: Revolución es un congreso diseñado en el corazón de Dios, es por Él y es para Él… ¡Gracias Señor!
Es complicado dar gracias y reconocer a quienes trabajaron e hicieron posible este evento porque, al hacerlo, uno suele omitir a alguien importante y como ese nunca será mi propósito, pido perdón si alguien o algo me falta y por eso lo haré en forma más general: Gracias Iglesia “La Trinidad” por 10 años continuos de hermoso apoyo y cobertura (no hay otra Iglesia como tú), gracias a nuestros tres pastores y sus esposas por estar presentes, por orar y dar su apoyo; a quienes hospedaron y becaron tomándose todos los inconvenientes que esto implica; a Ernesto de León (qué bárbaro hermano…), Alfredo Valdez y sus respectivos equipos por ayudarnos a hacer un evento mucho más grande y hermoso; a las parejas que me ayudan siempre (aunque sea su cumpleaños) y cuya presencia me hace sentir seguro; a Brenda, Inés y Merari por su ayuda constante y amable; a Evaristo, Lorenzo, Gilberto y los muchachos de intendencia por ser un apoyo tan real para nosotros; a los amigos que cuidaron a nuestros hijos como “niñeros”; a Magda y su equipo de oración por ministrarnos; a Juan y Ma. Esther por su trabajo e increíble corazón para dar…
Gracias a los que: se desvelaron, se desmayaron, cansaron, esforzaron, oraron y los que lloraron, que cargaron, limpiaron, trapearon, corrieron, manejaron, instalaron, desinstalaron, re-instalaron, diseñaron con gran creatividad, grabaron, editaron, compraron, vendieron, pusieron sillas, quitaron sillas, contaron sillas, recibieron con una sonrisa, dieron la milla extra… Gracias!
A los que hicieron algo por esta causa y nadie se dio cuenta… sólo el Padre, el verdadero galardonador…
Chavos de Trinidad: Me enorgullezco de ser llamado su pastor, ustedes son la “pepsi fría”… Líderes de Comisión: Tremendo año de verdad, se lucieron en serio, les quedó increíble todo… Perla: Sigues demostrando tu inmensurable valor y tu entrega a toda prueba; Daniela: Sin palabras amiga, eres simplemente fabulosa e indispensable; Carol, sin tu presencia, tu amor y tu apoyo la vida parece inconcebible…
Fue un año difícil, vivimos el ataque de satanás, enfrentamos prueba, sentimos temor, hubo trabas, enfermedad, lágrimas y angustia… Sin embargo, hubo victoria, transformación, sanidad, confrontación, compromiso, innumerables muestras de cariño y de apoyo, lágrimas (de las buenas), adoración, enseñanza, y sobre todo, la hermosísima y gloriosa presencia del Padre Eterno y el increíble respaldo y unción de su Espíritu Santo… ¡El botín es para nuestro Señor Jesucristo a quien sea todo el honor y toda la gloria!
Pbro. Efraín Reyes Bonilla