En el cuento de Hans Christian Anderson, “El Traje Nuevo del Emperador,” nadie le amaba lo suficiente al emperador para decirle que estaba desnudo. El emperador fue engañado por dos charlatanes quienes fueron contratados para hacerle un traje nuevo. Los charlatanes fingieron hacer una prenda y dijeron a todos que era de una tela tan especial que era invisible para cualquier estúpido o incapaz para su cargo. Por supuesto, no había prenda alguna. Todos los oficiales de su corte le dijeron que su prenda era espectacular – porque temían ser acusados de ser tontos o incompetentes. Llegó el día del gran desfile en el cual el emperador estrenó su “ropa nueva” en público. Toda la gente del pueblo alabó enfáticamente el “traje” temerosos de que sus vecinos se dieran cuenta de que no podían verlo, hasta que un niño exclamó: «¡Pero si va desnudo!» Todos sabían la verdad, pero el niño proclamó la verdad porque no fue afectado por la opinión de otros. El emperador quedó avergonzado y humillado públicamente.
Aunque el cuento de Anderson no viene de la Biblia, nos enseña una verdad. …Más vale tener amigos que te digan la verdad que ser rodeados de los que te dirán solo lo que deseas oír. Sin la verdad seguimos engañados. Con la verdad podemos ser hechos libres por el poder de Dios. Por eso yo amo a la Verdad. Aun la ciencia cambia lo que dice cuando descubre cosas nuevas que cambian la perspectiva de los científicos. ¿Cuántos se acuerdan de cuando fuimos enseñados que Plutón es definitivamente un planeta? Ahora dicen que no lo es… Dicen que cierta comida es buena para la salud, y luego dicen que no se debe comer porque salió otro estudio contradictorio… Las Sagradas Escrituras es la única Fuente infalible de la Verdad. La soberbia no se somete a la Verdad de Dios. La soberbia eleva sus propios pensamientos como mayores que los de Dios. Trata de cambiar la verdad por lo que le parece bien. No puedo cambiar mi doctrina según lo que es políticamente correcto o personalmente conveniente. Dios siempre nos dice la Verdad porque Él ES verdad. Las profecías que vienen de Dios siempre serán de acuerdo con la Verdad de la Palabra de Dios. La verdad puede parecer dura, pero es con el fin de traernos libertad. La Palabra de Dios me desafía cada día, pero cuando la creo me someto a ella, el poder de Dios viene para ayudarme a cumplir lo que no puedo en mi propia fuerza. Esa es la hermosura y bondad de Dios. Él nunca nos manda hacer algo sin también ofrecer Su poder para cumplirlo. Dios nos ama a todos. Jesús entregó Su vida por todos. Sin embargo, aunque todos somos CREACIÓN de Dios, no todos son HIJOS de Dios. Según las palabras de Cristo Mismo, para ser hijo de Dios tenemos que nacer de nuevo por el Espíritu y creer en Su Nombre. Juan 8:32b» … y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres..»
Profeta Cliff Bell