Salmo  90:12  Enséñanos de tal modo a contar nuestros días,  Que traigamos al corazón sabiduría.

Todos los días previos y hasta el 31 de diciembre, en automático comenzamos a hacer cuentas, de lo más relevante del año en curso, y aunque otros años hayan sido muy significativos en su momento, no así como el que estemos terminando. Haciendo cuentas del año 2014, ¿Qué podemos decir, qué podemos contar? Para algunos fue el año de su boda… Feliz hasta decir no poder! Otros fue un año de repunte económico en sus negocios, otros, su graduación y primer trabajo formal, para otros más, el nacimiento de su primer bebé, o segundo, tercero o mas… ¡Qué bello! Pero no así para todos, porque hubo quienes este año sufrieron pérdida de trabajo, ventas bajas en sus negocios, enfermaron, y algunos hasta hoy no han sanado… pero otros incluso perdimos… perdimos en la tierra algunos de nuestros seres más amados y con ellos muchos momentos de felicidad, de amor, de risas, de gritos, juegos, comidas y toda clase de convivencias que hacen de los seres humanos vivir el cielo en la tierra. Perdimos nosotros en la tierra, pero ganó Dios en el cielo con nuestra familia tan amada y amigos que ahora ya están en el cielo con  Él. Y si creemos que nosotros perdimos en la tierra pero Dios ganó en el cielo,  como Él está en todas partes, y nosotros estamos con Él, entonces, también ganamos con Él. Si, ganamos aunque con muchas lágrimas lo pronunciemos, y nuestra garganta sienta la horca más cerca que nunca, o aunque no podamos decirlo con nuestros labios, y tengamos que completarlo con nuestras manos o nuestra cara, seguimos diciendo que: haciendo cuentas, todos los que estamos en Cristo, en este dos mil catorce, todos terminamos ganando…

Y no podemos decir que terminamos perdiendo, puesto que el Señor Jesucristo está con nosotros, y Él nunca pierde, aun cuando, estuvo clavado en la cruz, perdiendo su sangre, sus amigos, su vida, Él estaba ganando, si, estaba ganando tu alma y la mía  para Él. Y Cristo que no miente, ha prometido estar con nosotros todos los días hasta el fin del mundo, Él nunca nos prometió que no sufriríamos en este mundo, más bien lo contrario es la verdad, el dijo: en el mundo tendréis aflicción, pero confiad, yo he vencido al mundo. (Juan 16:33).

Ahora que viene el  año, el 2015, prepárate para seguir contando, contando las victorias en Cristo, pues aunque muchas de estas llegan envueltas de lágrimas, dolor y tristeza, nosotros, que estamos en Cristo, siempre estamos haciendo cuentas, cuentas de su amor, de su fidelidad, de su gracia; y siempre en nuestras cuentas salimos ganando.

                                                                                            Pbro. Lorenzo Resèndiz Arvizu