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ORANDO JUNTOS

Varón, tu ayuda idónea, también lo es en la oración.
El orar como esposo junto con tu esposa, los somete a la guía y dirección del Espíritu Santo.
Cuando el esposo y la esposa oran juntos constantemente, alcanzan un nivel de intimidad que no se encuentra en ninguna otra área del matrimonio. La intimidad y retro alimentación que se obtienen al orar juntos, son esenciales para producir un matrimonio sano.
Varón, en tu esposa tienes una compañera de oración que Dios te ha provisto, ella es la persona más cercana que cualquier otra sobre la tierra. El Señor Jesucristo ha dicho que donde dos o tres se reúnan en su nombre, allí está en medio de nosotros (Mateo 18:20).
Como esposos, necesitamos aprovechar el poder que logramos al estar de acuerdo en cuanto a la voluntad de Dios, haciendo que ésta se cumpla en la tierra (Mateo 18:9). Con el fin de llevar este poder al máximo, necesitamos aprender como esposo y esposa a vigilar nuestro vallado juntos (Job 1:10).
El orar juntos debe ser un hermoso tiempo de intimidad entre una pareja de esposos y Dios. No es un tiempo para censurar ni criticar las oraciones de tu cónyuge. Un cónyuge que es constantemente corregido o reprendido durante el tiempo de oración no estará dispuesto a orar en voz alta. Tal vez hayas cometido este error, necesitas cambiar de actitud y tomar la determinación de permitir que sea Dios quien produzca el crecimiento en tu cónyuge. Después de todo es a El a quien tu cónyuge le habla en oración.
A ti se te concede el privilegio de escuchar esa conversación especial, Varón trátala con el respeto debido. Permite que tu tiempo de oración te ayude a comprender mejor el corazón de tu cónyuge.
Jose Refugio Urbina