El miércoles recibimos una noticia que no podíamos creer, el pastor Lorenzo Resendiz y su familia habían tenido un accidente automovilístico al venir de regreso a Monterrey, en lo que será el comienzo de su tiempo como pastor asociado en Trinidad; sin que entendamos bien el porqué, el Señor decidió llevar a su presencia a Verónica (su esposa) y a Bere (su hija). Se trata de una familia amada por Dios y amada por muchos de nosotros que de alguna u otra manera hemos tenido la oportunidad de ser rociados con su cariño, su trabajo en la Obra, su alegría y su ejemplo como familia. Aun en medio de este momento difícil ellos son de ejemplo para todos, y una muestra de esto es que, durante todo el funeral hemos estado vistiendo de blanco en lugar de usar el color acostumbrado para el luto, lo cual hacemos en cumplimiento al deseo que ellas tuvieron de que, en su funeral, pudiéramos celebrar su encuentro con Dios en lugar de llorar por su ausencia. El ver la paz en la familia aun en medio de su tristeza es otro ejemplo del tipo de personas de las que estamos hablando.
La verdad es que sólo el Señor sabe porqué no podremos realizar con todos ellos algunos planes que teníamos con su llegada a nuestra iglesia, y aunque es normal preguntarse qué traerá Dios para Trinidad con su llegada, éste es un momento en el que nos toca a nosotros como sus hermanos y cuerpo de Cristo el recibirles con amor y darles todo lo que esté en nuestras manos para hacerlos sentir en familia. Este será un tiempo de cambios importantes para los miembros de la casa (el pastor, su hijo menor Caleb y su hija Karen quien está casada con Raúl y vive fuera de la ciudad), y por lo mismo, una oportunidad para nosotros para bendecirles y servirles.
Celebramos su partida por la certeza que tenemos de que están en gozo en la presencia de su Padre, pero también nos entristecemos por su ausencia física, y en esta combinación de sentimientos que experimenta nuestro corazón esperamos la oportunidad de verlas a ellas un día nuevamente para volver a gozarnos juntos, y también de pasar muchos momentos más con los que están aquí… Nuestro corazón, cariño sincero y apoyo a ustedes, amada familia Resendiz Padilla; nuestras oraciones también con los demás familiares a quienes les reiteramos, como le hemos estado haciendo, somos su familia en el Señor…
Alégrense con los que están alegres y lloren con los que lloran. (Romanos 12:15 NTV)
Cuando pienso en todo esto, caigo de rodillas y elevo una oración al Padre, el Creador de todo lo que existe en el cielo y en la tierra. Pido en oración que, de sus gloriosos e inagotables recursos, los fortalezca con poder en el ser interior por medio de su Espíritu. Entonces Cristo habitará en el corazón de ustedes a medida que confíen en él. Echarán raíces profundas en el amor de Dios, y ellas los mantendrán fuertes. Espero que puedan comprender, como corresponde a todo el pueblo de Dios, cuán ancho, cuán largo, cuán alto y cuán profundo es su amor. (Efesios 3:14-18 NTV)
Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia. (Filipenses 1:21 RVR1960)
Estimada es en los ojos de Jehová La muerte de sus santos. (Salmos 116:15 RVA)
FAMILIAS PASTORALES DE TRINIDAD