Mateo 5: 14, 15 y 16 Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos lo que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras obras, y glorifiquen a vuestro Padre que esta en los cielos .
En una ocasión un hermano cristiano, me contó que cuando estaba en la facultad y casi al terminar la carrera, una persona la cual no era un compañero de la facultad, le compartió de Jesucristo y el lo aceptó como su Señor y Salvador y gozoso de ello le empezó a compartir a sus compañeros de la facultad y una de ellas la cuál era mujer, al compartirle este hermano, ella le dijo “yo soy cristiana”, por lo que este hermano se sorprendió y le dijo por que nunca me compartiste de Jesucristo como compañeros, a lo que le dijo ella, que eso era muy personal y que no tenia por qué compartirlo, a lo cual el le contestó: ”¿sabes que si me hubieras hablado mucho antes, del mensaje de salvación a través de Jesucristo me hubiera evitado muchas problemas en la vida?” Por lo cual hermanos no es posible que teniendo gran salvación les neguemos a otros la bendición de conocer de Jesucristo, puesto que Dios es muy claro en su Palabra al decirnos que nosotros somos la Luz del mundo, ya que si bien es cierto la salvación es personal, mas la bendición es para todos así que no dejemos de hablar de Jesucristo a toda persona, aun aquellas que no conozcas, actualmente mucha gente se siente rechazada, no amada, desorientada,, con problemas personales los cuales piensan que nunca van a salir de ahí, mas sabemos nosotros los que estamos en Jesucristo que ¡si hay una esperanza y esta es Jesucristo! Así que no dejemos de hablar de ÉL para que los que no lo conozcan, sepan que si hay un Dios Poderoso, seamos esa Luz que Dios quiere que seamos en el mundo.
Josefina Pecina Hernández
