El libro de Rut cuenta la grandiosa historia de una muchacha que hizo las cosas muy bien, y por ello pasó a la historia ganando no sólo un libro bíblico con su nombre e historia, sino un lugar en la genealogía del Señor Jesucristo; veamos que hizo…
En primer lugar ella era una de dos mujeres extranjeras que enviudaron, su suegra era hebrea (y había enviudado también) y la costumbre era que cuando una mujer quedaba viuda regresaba a su tierra para buscar provisión económica. Tenemos que recordar que en aquél tiempo las mujeres no tenían trabajo remunerado ni negocios propios, por lo que quedarse sin esposo era un problema también de dinero y manutención. Noemí la suegra decide regresar a su tierra y les da a sus nueras la opción de regresar, ambas rechazan la opción al principio pero Noemí insiste y la otra nuera se va. Queda Rut quien promete quedarse con su suegra hasta el final. Cuando regresan a Israel tienen el problema de la herencia de la tierra, la cual no podía ser heredada por una mujer, era necesario un “redentor”, es decir, un pariente varón que reclamara la tierra. Rut es fuerte y comienza a recoger cebada y luego trigo para que ella y suegra no mueran de hambre; la costumbre era un poco humillante, consistía en recoger lo que a los empleados o “recogedores oficiales” se les iba cayendo, esto era un derecho para los hebreos. Recordemos que Rut no era hebrea y había estado casada, ahora debía trabajar para comer, para mantener a su suegra y la única opción honesta era recoger lo que a otros se les caía; no cualquiera hubiera hecho esto pero Rut lo hizo, de tal modo que “halló gracia” primero frente a los empleados y luego frente al dueño del terreno, un hombre justo llamado Booz quien ordenó a sus empleados dejar caer mas grano y le concedió a Rut los derechos que sus empleados tenían. Noemí entendió que había una buena posibilidad de que Booz, como pariente cercano, fuera el “redentor” de estas mujeres, de modo que pidió a su nuera acostarse a los pies de Booz cuando esté se quedo dormido en cierta ocasión. Esto implicaba ponerse a sus órdenes con la posibilidad de terminar unida a un hombre que no conocía y Rut lo entendió, no obstante obedeció y Dios la bendijo (realmente estaba dispuesta a llegar hasta el final con su suegra). Había otro redentor pero éste no quiso quedarse con Rut por los problemas de herencia que le generaría la unión, de modo que Booz tomó el lugar, redimió a ambas, se casó con ella y tuvieron un hijo que es el bisabuelo del rey David, ascendiente de nuestro Señor… Lea la historia para que capte los detalles hermosos que contiene y dése cuenta conmigo cómo al tomar decisiones correctas, Rut pasó a la historia, a diferencia por ejemplo, del pariente redentor que no aceptó a Rut. Al leerla se dará cuenta como yo, que hay momentos en la historia de cada uno de nosotros donde Dios nos quiere como parte del reparto divino que, si decide actuar correctamente, pasará a la historia como alguien de ejemplo, o por el contrario, será sólo un “papel de relleno” en la maravillosa historia de Dios… ¿Será que nos daremos cuenta cuando sea nuestro momento? ¿Actuaremos como es debido?…