PASOS PARA VENCER EL TEMOR

2 Ti 1.7)”No nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio”

Si queremos vencer el temor, el primer paso que debemos dar es el paso de la confesión. debemos confesar y admitir nuestra ansiedad: “Señor, siento temor, y no sé qué hacer. Te ruego que me digas cómo puedo seguir adelante a partir de este punto”. Después, pidamos  a Dios que nos  permita vencer el temor. Cuanto más entendamos la relación con Dios, más íntimamente no relacionaremos con Él. nuestra fe aumentará, y comenzaremos a notar las muchas maneras en que el Señor está actuando en nuestra vida y en las circunstancias.
Antes de su muerte, Pablo escribió una interesante palabra de instrucción a Timoteo. Le recordó a su joven protegido. Que Dios no nos había dado espíritu de cobardía, si no de poder, de amor y dominio propio. El temor no se ajusta a lo que somos como creyentes. Éste normalmente surge cuando respondemos de manera equivocada a las pruebas y a las frustraciones. Dios quiere que seamos  vencedores; que no estemos  arrinconados ni atormentados por el temor.
Permita que Dios quite el temor de su vida. Él podrá elegir hacer esto poniéndole en una situación amedrentadora que sentirá que no puede controlar. Pero usted no tiene que angustiarse, porque Aquel que ha prometido que nunca le abandonará, está sosteniendo su vida con su mano omnipotente.
Después que hayamos dejado las  preocupaciones a Dios, meditemos en su Palabra. David estaba consciente del poder que había a su disposición por las promesas personales de Dios, y por eso escribió: “Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme? Cuando se juntaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis enemigos… ellos tropezaron y cayeron. Aunque un ejército acampe contra mí, no temerá mi corazón” (Sal 27.1-3) Si queremos que nuestra confianza se mantenga fuerte, debemos leer la Biblia, estudiarla, poner en práctica los preceptos de Dios para nuestra vida, y caminar con Él cada día por fe. Si usted atesora la Palabra de Dios en su corazón, tendremos  la luz de su verdad en cada situación que enfrentemos.

Josefina Pecina