Si le hubieran preguntado a Madero o a Villa en 1906 qué pensaban acerca de la necesidad de un cambio social o de gobierno, es casi un hecho que ellos pensaban que sí; según los historiadores y los sociólogos los levantamientos y movimientos sociales como la Revolución Mexicana se gestan muchos años antes en la mente de las personas, existe algo así como una “mentalidad de cambio” que genera la necesidad de hacer algo y planificar para lograrlo. Creo que estamos en México en uno de esos vértices de cambio, pero estoy convencido que otro levantamiento en armas no es la solución, la razón es que no somos sólo mexicanos con historias de rebelión en contra de la injusticia, también somos cristianos con una enseñanza bíblica contundente, según la cual, el pueblo de Dios ha estado muchas veces viviendo bajo un yugo de injusticia, y aunque algunas veces Dios levantó a jueces o a reyes para acabar con ello, siempre se aseguró de levantar un adalid entre los suyos para efectuar la liberación, lo cual NO HA OCURRIDO entre nosotros. En segundo lugar, y mucho más importante que la tradición del Antiguo Testamento, están los evangelios, los cuales narran con claridad el yugo injusto bajo el cual se encontraba Israel en tiempos del Maestro, tanto que surgieron movimientos revolucionarios como el de los Zelotes que lucharon en oposición a los romanos, pero… ¿Por qué Jesús no fomentó el levantamiento? ¿Por qué pudiendo criticar y juzgar fuertemente a los romanos no lo hizo como lo hizo con los fariseos y escribas? ¿Por qué pagó el impuesto y acuñó el verso universal “dad al César lo que es del César…”? ¿Por qué no organizó a los zelotes para hacer guerra?… Han habido ya muchos que intentan forzar las palabras del Maestro para decir que Él incitó a la gente al levantamiento y la rebelión pero esto no son más que inventos, es Él quien nos dejó el Sermón del Monte donde se enseña a amar a mis enemigos y bendecir a los que me dañan, además de explicarnos que no sólo debemos evitar matar sino aun enojarnos fuertemente contra alguien porque equivale a lo mismo… NO, LA REVOLUCIÓN QUE HACE FALTA ES ESPIRITUAL, es necesaria una Revolución en los corazones, en la mente de las personas, pero no la que se deriva del enojo y la insubordinación, sino del amor, el cual ha sido, es y será el arma más potente y efectiva de todos los tiempos… TE INVITAMOS A NUESTRO CONGRESO JUVENIL (3, 4 y 5 de octubre en Trinidad)
Pbro. Efraín Reyes Bonilla