En el evangelio de Marcos 2:3 dice: “Entonces vinieron a él unos trayendo un paralítico, que era cargado por cuatro.” En este pasaje se nos relata la importancia de traer a otras personas a los pies de Jesús; el personaje de esta historia estaba paralítico -discapacitado- es decir, sin la capacidad para ir ante Jesús por sus propias fuerzas o medios. Pensemos en todas las personas que están necesitadas de ayuda espiritual, pero que por su propia condición no pueden llegar a los pies de Jesús; por ejemplo: el que tiene problemas económicos, morales, espirituales, donde hay problemas de alcoholismo, drogadicción, desintegración familiar, familias sufriendo la perdida de empleo o de un familiar, padres sufriendo porque tienen hijos en pandillas, hijos con padres próximos al divorcio, personas con familiares en clínicas y hospitales que necesitan de ayuda y consuelo, jóvenes en centros de reintegración, ancianos en hogares geriátricos que necesitan ser ministrados etc. ¿Qué necesitamos hacer para llevar a otras personas hacia Cristo? Tener carga, compasión por el perdido, estar convencidos de las necesidades de otros y querer realmente ayudar. Cooperar, superar obstáculos, superar críticas; cuatro personas trabajaron para llevarlo a los pies de Cristo, había obstáculos -gente impidiendo la entrada a la casa-, los escribas murmurando. Nada detuvo a los cuatro para llevar al paralítico a los pies de Jesús!, miembros de Trinidad!, Dios desea usar nuestras vidas para traer a otras personas a los pies de Jesús,! invita, trae a familiares, amigos, vecinos y se testigo del poder transformador y sanador de Dios!. Finalmente, recordemos que Jesús veía a la gente como ovejas sin pastor “Y salió Jesús y vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas que no tenían pastor; y comenzó a enseñarles muchas cosas.” Marcos 6:34
Pbro. Rodolfo Torres Pérez.