En muchos lugares celebramos agosto como el mes de la Biblia de modo que le comparto lo siguiente. Saltó fuerte a mi atención un pasaje que no había leído antes (al menos no con atención): Mientras él decía estas cosas, una mujer de entre la multitud levantó la voz y le dijo: Bienaventurado el vientre que te trajo, y los senos que mamaste. Y él dijo: Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan. (S. Lucas 11:27, 28 RVR60). Con el afán de propagar el culto a la diosa madre, numerosas culturas han sido engañadas acerca de la importancia de esta figura dentro de su centro espiritual, y el cristianismo no es la excepción; considerando algunos versos fuera de su contexto (como Jn 2:1-5), se le ha hecho creer a millones de personas que María es la madre de Dios, que está por encima de Él, que Él es inalcanzable y por eso debemos recurrir a ella ya que sigue en contacto con la gente y es más fácil de convencer, que hace milagros y aún se aparece a las personas (que curioso que a cada quien en su contexto racial aunque Dios NUNCA apareció más que en el contexto judío). Tristemente la mayoría de las personas a las que se les ha convencido de esto son quizá, dentro de los que somos catalogados por el gobierno mexicano como cristianos, los que menos saben de Biblia, y es precisamente eso la razón del error (Is 5:13); por siglos se les explicó que la Palabra era sólo para personas “letradas” y los creyentes sinceros vivieron todo este tiempo en el oscurantismo del dogma y los “mandamientos de hombres” (quienes abren un día el purgatorio y otro día lo cierran) Ef 4:13-14. María jamás intentó ocupar un lugar arriba de Dios sino que con sus propias palabras se llamó a si misma bienaventurada (igual que muchos otros son llamados si leemos bien Mateo 5), pero sólo en razón de que EL PODEROSO hizo grandes proezas con ella (y obviamente procede a darle gloria a Él y no a exaltarse a sí misma – Lc 1:46-55). El pasaje de Mt 12:46-50 muestra también que El Señor no dio importancia a su madre más que a la obediencia, y hay muchos pasajes más… María nunca intentó ponerse arriba de Dios porque ella siempre supo su lugar frente a Él y cualquier enseñanza que la exalte más a ella que al Señor solo trata de desviar la fe, lo cual se llama idolatría… cualquiera que ESTUDIE la Biblia se dará cuenta de los errores en que vivimos porque frecuentemente hacemos más caso a lo que los hombres enseñan que a lo que contiene la Biblia… Es tiempo de cambios

Pbro. Efraín Reyes Bonilla