La declaración de este escrito es usado por Jesús cuando enfrentó a Satanás en el desierto, antes de iniciar su ministerio.

Hoy estudiaremos la importancia de conocer y utilizar  la palabra de Dios cuando enfrentamos la tentación.

La tentación es de parte del mal con el objetivo de que no se cumpla el plan de Dios para el hombre.  La prueba viene de Dios y es con el propósito de madurar y tener mayor responsabilidad en el Reino de Dios.

El pasaje de Mateo nos habla que  Jesús usando los medios de gracia que son : la oración y el ayuno le ayudan    para vivir en comunión y armonía con Dios .Es en esa  etapa cuando  va a iniciar su ministerio que  el diablo va contra Jesús para desviarlo de la voluntad de Dios.

Al empezar el ataque contra Jesús, tenemos que recordar la importancia del Espíritu Santo  quien es la tercera persona de la Trinidad y colabora en forma armónica en la vida de Jesucristo; en su nacimiento, en el bautismo y al inicio y desarrollo de su ministerio.  Jesús siempre vivió en la plenitud de la llenura del Espíritu Santo, quien le daba poder y dirección y en el tiempo de tentación le dio fortaleza y sabiduría.

Otra enseñanza importante es que así como nuestro Maestro tiene un enemigo también los cristianos lo tenemos.  Satanás es el adversario mas peligroso en la vida, familia y ministerio, quiere robarnos, matarnos y destruirnos.  Por lo tanto, no debemos descuidarnos, Jesús es nuestro ejemplo a seguir ya que El lo venció cuando lo enfrentó en el desierto, lo venció en la cruz y lo venció en la tumba para darnos vida victoriosa y eterna.

En este tiempo quiero enfatizar  lo que es vital para todo el año, que se requiere un amplio conocimiento bíblico y su uso adecuado para que la Iglesia pueda enfrentar y vencer el pecado y la tentación.  No debemos de conformarnos a vivir nuestras vidas y ministerios truncados ¡Jesucristo nos promete victoria si permanecemos unidos a El por su palabra! “Si permaneciereis en mi y mi palabra permanece en vosotros, pedid todo lo que queráis y os será hecho” Juan 15:7.

Las áreas en que enfrentamos la tentación quieren desviarnos  para que usemos incorrectamente nuestra identidad de hijos de Dios, usando el poder de Dios para nuestro propio provecho y no para el del Reino, utilizando nuestros propios métodos y no los métodos divinos y buscando nuestra propia gloria y no la de Dios.

Es solo la obediencia a la palabra de Dios que nos permite crecer como hijos de Dios y vencer la tentación y al enemigo. ¡Tenemos que leerla, meditarla y vivirla!

                                                              Pastor Raúl Rosas González