Wasihngton #513 Ote. Monterrey N.L. 8:00 a.m., 10:00 a.m., 12:00 p.m., 2:00 p.m. y 6:00 p.m.


De madrugada te buscaré


Grandes son las obras de Jehová, Buscadas de todos los que las quieren. Salmos 111:2

Estas últimas semanas me he topado con una situación muy peculiar. Los sábados al salir rumbo a la oración matutina paso por una plaza comercial, y entre los locales comerciales está el de una nutrióloga; a las 5:45 am hay una fila en la cual he visto a más de 30 personas. No sé a qué hora consulta, si regala  medicamento o no, etc pero lo que si se es que hay personas que tienen una necesidad específica y van a tan temprana hora para recibir el tratamiento a su problema. Esto me ha dejado pensativo, cuantos de nosotros pasamos por situaciones donde necesitamos que Dios obre a nuestro favor y no buscamos su ayuda. Un domingo hice la pregunta a la congregación de quien necesitaba un milagro, varias manos se levantaron; entonces los invite a la oración de las 6 am para orar por su necesidad y no se escuchó ningún amen. Me hizo sonreír una hermana que agitaba su brazo con mucho ánimo pero al escuchar la invitación a la oración bajo su mano lentamente.

La Biblia nos enseña en Hebreos 4:16  “Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.” El salmista escribió en el Salmo 63: 1-2, 7 “Dios, Dios mío eres tú;  De madrugada te buscaré; Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela, En tierra seca y árida donde no hay aguas, Para ver tu poder y tu gloria, Así como te he mirado en el santuario. Porque has sido mi socorro, Y así en la sombra de tus alas me regocijaré.” Debemos acercarnos confiadamente a nuestro Dios que es nuestro socorro, y el salmista enfatizaba la búsqueda en la madrugada.

En el grupo de oración matutino nos hemos alegrado con la respuesta a la oración, hemos visto como Dios provee de trabajos, ha bendecido las empresas donde laboran los hermanos que han pedido por su lugar de trabajo, hemos experimentado sanidad y hemos sentido su Espíritu Santo ministrándonos en lo personal. También hemos experimentado cuando Dios nos ha contestado que no a alguna petición o un espera a aquellas peticiones que no ha llegado el tiempo de ser contestadas. Pero no importando la respuesta Dios siempre nos bendice con su presencia porque es fiel a sus promesas.

Así que si estás pasando por el desierto, pruebas, problemas o situaciones  que no puedes tu solo te invitamos  a que “eches tu carga sobre el Señor porque él te sustentará” (Salmo 55:22) en la oración matutina. Si necesitas esa paz que sobrepasa todo entendimiento, ven y que sea conocida tu petición en oración delante de Dios. Si estas enfermo, ven porque la oración de fe sanará al enfermo. Sea lo que sea, Dios tiene la última palabra, ven a buscarlo en oración.

Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano. Isaías 55:6

Yared Cepeda