Wasihngton #513 Ote. Monterrey N.L. 8:00 a.m., 10:00 a.m., 12:00 p.m., 2:00 p.m. y 6:00 p.m.


¿CÓMO TE VA DE LLUVIA? – PARTE 2


Ahora la lluvia cayó en Piedras Negras, según algunos periódicos cayeron mas de 10.5 pulgadas que produjeron inundaciones de hasta 2 metros en algunas colonias, lo cual activó el plan DN-111 del gobierno para desastres y auxilio a la población civil. Volviendo a hablar de cómo todas las cosas ayudan a bien a los hijos de Dios, es impresionante ver el despliegue de la bondad humana siempre que hay desastres naturales, la forma en cómo muchos muestran, ya sea su “cobre” o su gran corazón. Es también un tiempo para medir nuestra calidad como cristianos, por ejemplo ¿Hasta dónde seríamos capaces de ayudar a una familia damnificada o le diríamos mejor “voy a estar orando por ti”? ¿Seríamos capaces de hospedar por un par de meses a toda una familia en nuestra casa? Hay quienes invierten alguna cantidad de dinero comprando despensa o separando ropa y llevándolas a centros de acopio (y con eso se sienten satisfechos consigo mismos) , otros son capaces de ir hasta los lugares donde ocurren las cosas y hacer más por los afectados. Hoy es un buen día para recordar las palabras del apóstol Juan diciéndonos “el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él? Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad”. Es el tiempo también de recordar el mandamiento de nuestro Señor Jesucristo “ama a tu prójimo como a ti mismo“… Piensa ¿Cómo te gustaría que te recibiera o te ayudara alguien cuando por un desastre o por una enfermedad perdiste tu estado de bienestar? ¿Has visto cómo la gente reclama al gobierno por la pérdida de sus muebles como si el gobierno hubiera mandado la lluvia? ¿Has observado como actúan las personas en momentos de desesperación? ¿Cómo actúas tú (o actuarías si nunca has tenido desastres) en esa situación?

También es el momento donde vemos a otros sacando lo peor de sus corazones, arrebatando víveres, vendiéndolos aunque fueron regalados, gente que presta servicios subiendo sus precios porque el desastre provocó mayor demanda, gente que roba, gente maquillando necesidades irreales aprovechando la ayuda, y aun otros queriendo recibir más de lo que tenían antes del desastre.

Es en situaciones de “lluvia” (desastres, muertes, accidentes, etc.) donde vemos el corazón real de la gente, donde vemos quién actúa y quién habla solamente, donde reluce lo profundo de nuestros pensamientos y aflora en actos correctos o incorrectos… la pregunta es ¿Qué aflora de ti? ¿Que hay realmente en tu corazón? ¿Será necesario un desastre para saberlo?

Pbro. Efraín Reyes Bonilla