Cuando uno esta atendiendo a un recién nacido uno recibe la guía básica de atención: Alimentarlo, “eruptarlo”, mantener su pañal limpio y checar que su temperatura sea la adecuada; sin embargo los niños lloran y uno los carga y los atiende, es por eso que “Embracilar” a un niño (un término usado por la gente para definir lo que le pasa a un niño cuando se le ha abrazado y cargado en exceso y ahora no soporta estar fuera de los brazos de alguien), es algo que puede pasar fácilmente cuando se tiene un bebé, en primer lugar porque es pequeño (y dan ganas de cargarlo), en segundo lugar porque no pueden caminar por sí solos así que no hay otra manera más práctica de desplazarlos que cargados en brazos. El gran problema aparece cuando seguimos tratándolos como bebés indefensos cuando dejan de serlo, y entonces, dar atenciones básicas cambia para convertirse en satisfacer todos sus deseos o no reprenderlos por sus actos o actitudes equivocadas. Esta acción es definida por el diccionario como consentir (mimar excesivamente a alguien o ser muy indulgente con él), una acción que David cometió con sus hijos tanto que uno, abusó sexualmente de su hermana y después la despreció, el segundo mató al primero y luego intentó quitarle el trono a su papá por la vía de la rebelión, y de otro de ellos, la Biblia dice textualmente Su padre David nunca le había regañado ni le pedía cuentas de lo que hacía, pues había nacido después de Absalón y era también muy atractivo (1Re 1:6 BLPH), de modo que quiso quedarse con el trono.
Sin embargo la Biblia dice La vara y la corrección dan sabiduría; Mas el muchacho consentido avergonzará a su madre (Pr 29:15); y es que es difícil encontrar el balance correcto al formar a nuestros hijos (sobre todo cuando somos padres primerizos), sin embargo, uno sí sabe cuando está consintiendo a sus hijos, y olvidamos el daño que les hacemos y la vergüenza que nos producirán cuando crezcan; pareciera que se nos olvida que un niño mimado será después un adolescente insoportable, un joven que fracasará en sus relaciones sociales (especialmente en las de pareja), un adulto con problemas de divorcio, difícil de soportar en su trabajo y que criticará a todos alrededor suyo y pensará siempre que él tiene la razón (si te estas dando cuenta al leer esto que eres un consentido, por favor has cambios en tu vida). Si Dios nos consiente y nos ama solo hasta el punto de no hacernos daño ni hacernos dependientes todo el tiempo, y además disciplina a los que ama, debemos aprender del Padre de los padres… Tal vez aun sea tiempo..
Pbro. Efraín Reyes Bonilla.