La Biblia está a favor del crecimiento de la iglesia. Los teólogos afirman que el propósito central de la venida de Jesús a la tierra fue de morir en la cruz para la redención de la humanidad. La cruz, acompañada de la resurrección, es el punto central de la historia mundial. Jesús mismo dijo: “El Hijo del hombre vino a buscar  y salvar lo que se había perdido” Lucas 19:10   ¿Quiénes son los perdidos?  Son obviamente la gente en el mundo que aún no han oído y aceptado las buenas nuevas, de que Jesús en la cruz, murió por sus pecados. Cuando ellos creen esto y reconocen a Jesús como Señor y Salvador, ellos son reconciliados con Dios una vez más y no están más perdidos. Esto está resumido en Juan 3:16.

¿Cómo las buenas nuevas de salvación a través de Jesucristo son comunicadas a los perdidos? Jesucristo mismo no lo está haciendo, tampoco lo hará, porque ya nos dejó la encomienda y tarea a nosotros; El ha escogido delegar esta responsabilidad a sus seguidores. En cierto punto, El comparó a la gente perdida del mundo con los campos de la cosecha y les encomendó a sus discípulos: “Rogad, pues, que el Señor de la mies-cosecha- que envíe obreros a su mies-cosecha-” Mateo 9:38.        Mientras Dios hace madurar la mies, no realiza la cosecha; El espera usar sus agentes para la cosecha; si nosotros, seres humanos no llevamos el mensaje del Evangelio a los perdidos, ver Romanos 10:14-15. ¡Nadie más lo podrá hacer!. Por otra parte Mateo 28:19-20 menciona tres verbos que implican acción. En esta declaración sus participios en el Griego original: Ir, bautizar y enseñar. El único imperativo es hacer discípulos. Esto es lo que Dios espera de quienes son sus discípulos el día de hoy: que sean capaces de enseñar  y discipular, para que cada persona perdida se convierta en un discípulo de Cristo. El asunto es ¿cómo le vamos a hacer? Empecemos ayunando como familias, escogiendo un día de la semana, si eres soltero(a) escoge un día también. Asiste a la oración los viernes y sábado a las seis de la mañana en la iglesia, háblales de Jesucristo a otras personas, visita a familiares o amigos e invítale a la iglesia. ¡Dios usará tu vida con poder!, estoy seguro.

Pbro. Rodolfo Torres