La alabanza es un elemento que no debe faltar en nuestro momento de devoción y búsqueda de Dios. No está reservada únicamente para músicos o gente que canta bien; De hecho, la música es sólo una de las muchas expresiones de alabanza que hay: la poesía, la danza, las artes, levantar nuestras manos, doblar nuestra rodilla y aún nuestro estilo de vida, pueden ser formas en las que alabemos y adoremos a Dios.
Alabar significa literalmente: elogiar o celebrar con palabras. Mediante ella, reconocemos la grandeza de nuestro Dios, su sabiduría, fidelidad y misericordia. Es a través de la oración devocional, que buscamos fervientemente un encuentro real con aquél que tiene palabras de vida eterna, y el salmista (quien era experimentado en la presencia de Dios) nos dejó algunos consejos de como acercarnos a la presencia del Rey. David escribió: “Entrad por sus puertas con acciones de gracias, por sus atrios con alabanza, alabadle, bendecid su nombre” Salmo 100:4. La gratitud es una actitud del corazón muy poderosa, capaz de abrir puertas y de otorgar favor a quienes la practican. Si esto sucede en lo natural, ¿cuánto más cuando nos acercamos a Dios con un corazón agradecido? La alabanza y la acción de gracias nos abren las puertas de par en par para entrar en Su presencia.
Y aunque el propósito de la alabanza es alegrar el corazón de Dios, practicarla es también un refrigerio para nuestra propia vida. El salmista decía: “Bendeciré a Jehová en todo tiempo, su alabanza estará de continúo en mi boca” Salmo 34:1. David escribió este salmo mientras estaba afligido, pero decidió firmemente en su corazón, no llenar su boca de queja, amargura o reclamo para Dios. “Bendeciré a Dios en TODO tiempo” es una decisión que trae libertad al corazón y que lo satura de fe. Cuando le alabamos recordamos las virtudes de su carácter, y no queda lugar a duda, de que Dios no se olvidará de los que le aman. La queja muchas veces denota falta de fe, y sin fe es imposible agradar a Dios, pero también entendemos que Él es galardonador de los que le buscan con fe (Hebreos 11:6) Permite que la alabanza te ayude a conectarte con Dios, y conviértela en tu mejor arma espiritual para cada batalla que estés librando.
Samuel Rosas